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CitizenLab puesto en duda

El reciente escándalo del #Catalanfake no ha pasado desapercibido entre la comunidad de expertos en ciberseguridad, quienes cada vez más se atreven a salir del anonimato para poner en duda la calidad y la veracidad del informe emitido por el “think tank” de la universidad de Toronto conocido como CitizenLab.

Uno de estos expertos es Jonathan Villareal, también conocido como Jonathan Scott en Twitter, investigador doctoral, residente en Texas, quién ha realizado un profundo análisis cuestionando la veracidad del informe original, avalado por el catedrático Gregorio Martín:

Scott no ha sido el único en dudar sobre el #Catalanfake Nadim Kobeissi, experto criptógrafo también señaló la controversia alrededor de la metodología de investigación del grupo:

Y al respecto de esta metodología, el investigador Jose Javier Olivas nos muestra como la universidad de Toronto ignora sistemáticamente las solicitudes de revisión externa enviadas por parte de personal investigador y periodistas:

La reacción del colectivo activista

¿Y cuál está siendo la respuesta del colectivo?

Como Nadim nos muestra, la respuesta está consistiendo en ataques personales hacia cualquiera que cuestione su trabajo y descalificación organizada

Uno de los principales perfiles hostiles del colectivo es el de “The Old Guard”, un perfil anónimo que se dedica a descalificar e insultar a cualquiera que ose alzar la voz contra CitizenLab:

En el siguiente tweet, vemos que el perfil trata de asociar a Jose Olivas a la extrema derecha, algo muy habitual entre ciertos colectivos activistas en internet

De hecho, como podemos ver el perfil se vanagloria de “cazar” y bloquear las cuentas de todo aquel que ose poner en duda la narrativa oficial:

Llegando a bloquear la cuenta de Irina Tsukerman, una periodista que se atrevió a iniciar una investigación independiente poniendo en duda la veracidad del informe del “laboratorio” de CitizenLab

El caso de Irina es especialmente espeluznante ya que el acoso contra la periodista fue brutal incluyendo desde “ciberataques” hasta amenazas directas. Como afirma el sitio de eltrinangle.eu

Irina Tsukerman, tras la larga entrevista en Scott, vio cómo Twitter le suspendía su canal a raíz de las denuncias presentadas por usuarios simpatizantes de Citizen Lab. Lo explicaba así en su canal de facebook: “Mi canal de Twitter ha sido suspendido permanentemente después de que empezara una investigación sobre una organización llamada Citizen Lab y la corrupción que existe en la industria de la seguridad en la información con un profesional de ética forense que llevaba meses sacando a la luz vulnerabilidad en este sector”. Se refiere a la entrevista a Jonathan Scott. Añadía que, después de varios días de acoso y presión en las redes –han llegado a calificarla de puta- se encontró con el canal suspendido y sin poder abrir otros nuevos.

Queda demostrado que como se suele decir…. ¡Contar la verdad sale caro! ¿Hasta dónde dejaremos que esto llegue?