Si en sucesivos hilos hemos ido desmontando la gran mentira que supuso el #catalangate, he querido profundizar un poco más y preguntar sobre cuales pudieron haber sido los orígenes, sobre #citizenlab, #AmnistiaInternacional, etc.
Como el lector ya habrá podido ver, Irina Tsukerman, una gran pieza dentro de esta partida, tuvo la amabilidad de concedernos una entrevista. Nos mostró su punto de vista, sus investigaciones y nos mostró también cómo las gastan los “poderosos” cuando intentas descubrirles sus trucos y mentiras.
Y por ello su cuenta fue eliminada de Twitter sin mayor explicación y, además, su imagen en esta red social fue usurpada por un perfil que sí incumple las normas de Twitter pero que no se sabe el motivo, Twitter si permite que viva para acusar a Irina de propagar desinformación… Las cosas de Twitter. Y qué decir de Jonathan Scott.
A partir de ahí todo fue en cascada… Javier Olivas, Dr. en ciencias políticas, examinó el informe «CitizenLab» que contenía acusaciones de que el gobierno estaba espiando a altos funcionarios de Cataluña usando Pegasus. Al igual que Scott y Tsukerman, y sin conexión con ellos y sin coordinación con ellos, Olivas también cree que la investigación no cumple con los estándares académicos y adolece de fallas éticas y conflicto de intereses.
Recordáis??? Aparece un figura, una estrella de las nuevas tecnologías, que posteriormente no lo resultó ser tanto. Un activista político catalán que, sin formación académica, se convirtió en investigador central de CitizenLab. Sus investigaciones no cumplen con un estándar de investigación (escribió Olivas) y además tienen importantes conflictos de intereses y están sesgados por la política. Es decir, toda la campaña que culpa al Gobierno de España se basa en realidad en supuestos no probados y en una metodología opaca que no se puede replicar, liderada por un ‘partidista’ investigador sin una formación clara enfocada a ello.
El pasado 19 de julio, la Comisión de Investigación Pegasus del Parlamento Europeo decidió no investigar las acusaciones de CitizenLab contra el Gobierno español. “No hay evidencia de espionaje ilegal, y el gobierno español ha admitido que solo 18 operativos estaban bajo vigilancia (y no 65, como afirmaba CitizenLab). Los otros casos denunciados son altamente sospechosos, tanto que el gran escándalo del espionaje se está convirtiendo rápidamente en una gran mentira.
Y a partir de ahí, distintos países rechazando cualquier tipo de valía sobre estas supuestas “investigaciones”. No sólo la UE, Ruanda, India, Israel, Marruecos, etc., etc. etc. Echan por tierra cualquier tipo de veracidad a las “investigaciones” de CitizenLab.
¿Y ahora, nos preguntamos todos qué ha pasado?
Esta podría ser una buena teoría:
Tsukerman, Scott y Olivas, cada uno de forma independiente y basándose en otros hallazgos, llegaron a la conclusión de que las afirmaciones de CitizenLab contra NSO son infundadas y no científicas, pero forman parte de una campaña política. Y si las publicaciones contra NSO son efectivamente parte de una campaña, la siguiente pregunta es ¿quién está detrás?.
Los dos investigadores estadounidenses señalaron a Qatar, Amnistía Internacional y los círculos progresistas tras una acción coordinada y sofisticada que quiere dañar a Israel y Arabia Saudita. ¿Recuerdan el último escándalo de Amnistía Internacional en Ucrania? Así están las cosas.
Desde Israel, los funcionarios de más alto rango señalan con el dedo acusador en otra dirección: Estados Unidos. Según las mismas fuentes, ya sea por razones económicas, políticas o de inteligencia, EE.UU. quiere debilitar el sistema cibernético israelí: “Los estadounidenses nos dispararon una bala entre los ojos en el asunto de la NSO”, lo definió un alto funcionario político.
https://www.israelhayom.co.il/news/geopolitics/article/13023319
Según CitizenLab, “las acusaciones son calumniosas, ridículas y se basan en afirmaciones que han sido refutadas. Olivas y Tsukerman no tienen experiencia comprobada ni conocimientos técnicos en esta área, mientras que Scott ha declarado que fue despedido de su universidad por mala conducta relacionada con sus acusaciones infundadas y prácticas poco éticas. No estuvimos involucrados de ninguna manera en lo que sucedió con la cuenta de Twitter de Zuckerman.”
Mientras tanto, Twitter no responde a nada y sigue permitiendo que un perfil robe la imagen de Irina con el único propósito firme de desacreditarla…
Y en medio de todo esto, desde el independentismo catalán jugando a ser espías y montando acciones de desinformación contra el Gobierno de España.