Ladran, luego cabalgamos: así se comporta el independentismo catalán cuando escribes sobre lo que les molesta

El pasado sábado escribí, como en otras ocasiones, información sobre distintas investigaciones que demuestran claramente que el #CatalanGate realmente fue todo un montaje para desestabilizar al Gobierno de España. Por lo sucedido, parece que molestó bastante al independentismo (fascismo) en mi tierra. Después de aquello, empezó todo un infierno para mí.

Empieza el infierno

Insultos y amenazas de todo tipo por privado. Lo más bonito que me llamaron no lo puedo ni sacar por aquí para que no lo censuren.

Intento de acceso y suspensión de Twitter

Intentaron acceder en varias ocasiones a mi cuenta de Twitter. Parece que tengo una buena contraseña. No sólo eso, intentaron que Twitter suspendiera mi cuenta. Tuve que rendir cuentas y dar explicaciones. Sí, amigos, si no pongo mi nombre real y mi foto es porque ya he pasado por este infierno antes, cuando me tiraban a diario mi cuenta tomé la decisión de no callarme pero con mi «aspecto» actual. Hasta los de Twitter, cuando les envías las denuncias por acoso que presenté a los Mossos, se apiadan de ti.

Envío de malware

Recibí documentos con malware para infectar mi ordenador. Documentos con «supuestamente más información» al respecto que venía con regalito dentro.

Ataque para tirar abajo el dominio

Finalmente, mediante un grosero ataque de DDoS intentaron tirar abajo mi dominio. Tuve la suerte de haberlo contratado con una buena empresa, que incluso me advirtió de lo que había pasado. Sinceramente eso me venía algo grande y ni me había dado cuenta.

Conclusiones

Por lo que parece, en Cataluña, si te metes con el independentismo, con el Gobierno o con alguna de sus vacas sagradas se lanza en tu contra toda la maquinaria existente al servicio de ellos. Ya había probado las mieles de los bots y los trolls del independentismo, pero jamás pensé que recibiría ciberataques ni malware. Incluso los secuaces de Citizen Lab (InfoSec) me han puesto a parir. Será que lo que se ha escrito les ha debido doler.

No pienso callarme. Seguiré denunciando este tipo de comportamiento mafioso y criminal.