Los que hemos sufrido el deterioro de la convivencia en Cataluña durante los últimos años hemos visto como cualquier tema de conversación sobre la actualidad siempre derivaba hacia el independentismo. ¿El futbol? ¡El Barça y la independencia! ¿El precio del gasoil? ¡Culpa de España! ¿La corrupción en la política? ¡España nos roba! Y así sucesivamente ¿Pero de dónde ha venido esto? O sea ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Los que tenemos una edad recordamos que el clima social no fue siempre el mismo, hace años el nacionalismo estaba presente, pero el clima social era otro. Si prestamos atención, veremos que gran parte de la culpa la han tenido los medios de comunicación. Si últimamente solo se ha hablado de independencia en Cataluña, ha sido principalmente porque solo se ha visto y leído independencia. Todos los hechos se han interpretado en clave independentista a resultado de la aplicación masiva del llamado framing en todos los medios de comunicación social.
¿Qué es el framing?
Imaginemos que nos encontramos en una manifestación, en un momento dado los participantes comienzan a increpar y lanzar piedras sobre la policía. Finalmente, la policía decide cargar y durante la carga se comenten abusos. El evento es cubierto por un periodista. Este puede abordar la cobertura de varias maneras: El periodista puede decidir aportar imágenes relativas a la carga policial, culpando a los policías de malas prácticas y abusos, puede cubrir el lanzamiento de piedras, identificando a los manifestantes como violentos o puede tratar de realizar una cobertura menos parcial. La manera mediante la cual decida cubrir los eventos determinará la opinión del lector en gran medida.
Esto es la teoría del framing. Una noticia es una construcción textual, incluso visual, y el framing sostiene que el periodista selecciona aspectos de una realidad, otorgándoles mayor relevancia informativa, creando así un marco para ver ese aspecto de la realidad donde se sugerirán juicios morales y se propondrán soluciones.
¿Cómo se aplica?
Como se suele decir, eres de quién te paga, y esto queda patente en Cataluña. La manera más práctica de aplicar esta técnica es sencilla.
En primer lugar la “Generalitat” inyecta tremendas cantidades de dinero a medios de comunicación en catalán, con una clara línea independentista, siendo sumas muy superiores a las aportadas a medios no independentistas:
El resultado
Estos medios empiezan a depender del dinero aportado por sus nuevos amos, renuncian a anuncios, contratan personal…
Y empiezan a actuar de portavoces del gobierno:
Llegados a este punto “el amo” puede “apretar” al medio a voluntad, llegando este a convertirse en un auténtico instrumento de propaganda, generando situaciones realmente bizarras:
Imagínense esta técnica aplicada masivamente en toda Cataluña… el resultado (no) les sorprenderá…